Un alcohólico anónimo comparte:

El AMOR en A. A.



“Recuerda, Bill, no hay que echar a perder esto de A. A. ¡Conservémoslo sencillo!” Doctor Bob. (A.A. llega a la mayoría de edad)

Son las palabras de un alcohólico a otro alcohólico, compañeros, que se conocían muy bien y también sus defectos. Somos los alcohólicos con nuestra actitud voluntariosa que dañamos sin darnos cuenta (la inconsciencia no nos exime del pago de nuestras acciones) al grupo o a los individuos que lo conforman.

Para apadrinar, hay que apadrinarse. Y cuando el alcohólico no sigue esta máxima de AA comienza a dañar, invariablemente. Empiezan a opinar de todo, según les va en la vida, y si el padrino es “de mayor tiempo” sus palabras influyen en sus ahijados de menor tiempo. Entonces si al padrino le da por revalidar sus carencias económicas, verá con buenos ojos ir detrás del dinero. Si el padrino no le va bien en sus relaciones amorosas, intentará persuadir que los alcohólicos no nacieron para amar. Si el padrino no ha superado su incapacidad de relacionarse genuinamente con su familia, en sociedad, se volverá posesivo y manipulador, intentando imponer su voluntad en su grupo a través de los ahijados.

Antes de nuestra llegada a AA veíamos nuestros defectos como virtudes, nos venerábamos a nosotros mismos o venerábamos a otros, venerábamos nuestros sentimientos y nos ofendíamos o nos victimizamos si no eran correspondidos, veneramos las cosas y veneramos al dinero. Todo esto que en su inicio parecía darle sentido a nuestras vidas, dejo de tenerlo ¿Al llegar a AA esta perspectiva a cambiado o insistimos en caminar el mismo camino “nada más sin chupar”?

Al llegar a AA se nos dijo claramente que padecemos una enfermedad incurable, progresiva y mortal. Así tal cual, es en los 4 aspectos del espectro alcohólico físico, emocional, social y espiritual. Y si no, una mirada al espejo debe ser toda la respuesta que necesite cualquier alcohólico. La eficacia del programa de AA depende de dos aspectos que única y exclusivamente dependen de ti, y lee nuevamente, dije eficacia, y la eficacia es la capacidad de lograr el efecto que se desea o se espera, es decir somos INCAPAZ y vamos a desarrollar la capacidad con dos elecciones, dos decisiones personales, desde nuestro ser: sinceridad y formalidad. La sinceridad y la formalidad de practicar los doce pasos del programa de AA.

Y la práctica del programa de AA es hoy y por el resto de nuestra vida, recuerda, no estamos curados y podemos seguir intentando experimentar otros caminos, si nos resultan y somos felices que bueno, si no, tomemos prevenciones, porque los 12 pasos del programa son PRINCIPIOS ESPIRITUALES y nuestra sobriedad, entereza, integridad, humildad, felicidad depende de su obediencia.

“Los grandes sufrimientos y el gran amor son los encargados de la disciplina de A.A.” (12 P. y 12 T.)

Gerardo A. 

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